Muchas personas notan por primera vez el síndrome de Brugada cuando se presenta un desmayo de forma inesperada, a menudo durante el sueño, tras una fiebre o poco después de una comida copiosa o de beber alcohol, y puede confundirse con un simple síncope. A otras se les detecta durante un reconocimiento médico rutinario o deportivo cuando un electrocardiograma (ECG) muestra el patrón característico de Brugada, incluso si se sienten bien. En familias con antecedentes conocidos de muerte súbita cardiaca o síndrome de Brugada, los médicos pueden buscar con atención los “primeros signos del síndrome de Brugada” mediante ECG dirigidos y, a veces, pruebas provocadas por fiebre o por medicamentos para poner de manifiesto el patrón.